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Manos De Amor Ministry

JOVEN: ¡DE TODO LE DAREMOS CUENTAS A DIOS!

Alégrate ahora que eres joven. Déjate llevar por lo que tus ojos ven y por lo que tu corazón desea, pero no olvides que un día Dios te llamará a cuentas por todo lo que hagas.  (Eclesiastés 11:9TLA)

Los jóvenes hoy en día estamos en medio de circunstancia contradictorias, sobre todo si queremos agradar verdaderamente a Dios, pues se nos invita a vivir la vida (según el mundo) pero cuando hemos conocido a Dios sabemos que ese “disfrute” es pasajero por lo que se nos hace muy fácil NO HACER NADA.  No hacemos nada ante las injusticias, no hacemos nada ante la necesidad del hermano, no hacemos nada porque no le encontramos propósito a nada y justo esta porción bíblica nos recuerda que Dios nos llamara a cuentas por todo, incluso por aquello que no hagamos. Por nuestra indiferencia antes dejar huellas positivas en el otro antes de partir de esta tierra (o que Cristo venga), daremos cuenta.

La juventud es el tiempo durante el cual hacer planes, intentar cosas nuevas, explorar nuevas oportunidades, nuevas aventuras. Pero también es el tiempo de invertir toda nuestra energía en los planes de Dios, es decir que no solo busquemos alcanzar nuestros objetivos sino también los planes y los sueños de Dios, pues al alcanzar y trabajar en la obra de Dios estamos haciendo tesoros en la eternidad y no en la tierra, donde estos perecen (Mateo 6:19-21).

En ocasiones, los jóvenes somos propensos a no ver más allá de nuestro día a día y olvidamos que la juventud es también vanidad. Ser jóvenes es en sí mismo es un vacío. Cuando no hay relación con Dios, vivimos sin plenitud, sin satisfacción por mucho que nos deleitemos y gocemos. Solo cuando Dios entra a la ecuación y por tanto aprendemos a amar su obra, amar a quienes nuestro creador ama, entonces hallamos realización, significado. Cuando ponemos la mira en lo que Dios nos ha mandado a hacer para obedecerle y extender su reino entonces i estamos siendo parte de la obra de Dios para sus hijos y esto lo que nos hace saber que no somos amados porque servimos sino que servimos al necesitado porque fuimos amado por Dios primero. En la misma Palabra, más adelante se nos invita a entender esto del siguiente modo: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud” (Eclesiastés 12: 1a).

Debemos entender que Dios no nos salvo porque si sino para que fuéramos parte de su obra, para que a través de nuestros recursos y talentos ayudáramos a quienes más lo necesitan, tenemos el firme compromiso de dejar mejor esta tierra y solo trabajando en la eternidad no lograremos y alcanzaremos a dejar un legado donde el nombre de Dios sea glorificado y exaltado puesto todo lo que hacemos lo demos hacer por él y para él.

Joven que me lees te invito a que hagamos juntos esta oración: Padre, gracias por tu infinita misericordia, sé que un día me encontraré ante Tu presencia y tendré que rendir cuentas de lo que he hecho y también de las cosas que por indiferencia no hice, de los necesitados que pude ayudar y no lo hice por lo que te pido perdón y te pido me ayudes a poder cambiar esta actitud para que sea honrado tu nombre con mis actos en nombre de Jesus. Permíteme vivir ahora, en cualquier etapa en la que me encuentre, teniendo esto en cuenta, permíteme ser pare de tus planes y sueños, haz que mi corazón anhele mas al Dios de la obra que hacer obras para mi gloria. En nombre de Jesus llévame de tu mano Dios bueno. Amen y Amen.

Por Julia Sanchez Montero

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